
Las gotas que caen
se estancan en el caño
ya no soy dueña
del dédalo
que parpadeaba
al llegar la ofrenda
de carne fresca .
El desalojo le fue avisado
a mi vista gorda
lo entregue a regañadientes
pero limpio
sin rastros de mancebo.
.
Auto retrato con ironia.
4 comentarios:
Si, todo a regañadientes.
Solo faltaría darlo con alegría.
Besos.
De polvo eres y en polvo te convertirás...
Jeje, qué religioso estoy yo últimamente...
Me gusta!!!
nada nos fue dado. lo que ayer era trigo en las manos hoy sólo es aire. mirar el horizonte y detenerse en los objetos que caídos juegan a lo hermoso
¡saludos!
Publicar un comentario