viernes, 8 de mayo de 2009


AL AMANECER NADA ME TOCA




Al amanecer nada me toca

el humo sube desde la mano

junto al aroma

mano que descansa de la tinta

desnuda de piel

delante de la ventana

un sorbo tras otro

café y cigarrillo

se consumen

placer de ver cómo transcurre la vida

tras los muros de la ermita.

Siento que llueve

se hace más fuerte la tormenta

me nutre la humedad

que ella libera

que el viento trae

no me importa la suerte

de los ahogados

en el río que desborda

y mezcla las historias.

Al amanecer nada me toca

porque no hay puertas ni ventanas

ni velas encendidas

porque lo que precedió

ya las cerró y apagó.


Foto de Aeric Meredith-Goujon



2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Conozco esa sensación.
Estar a salvo.
Pero es engañosa.
Nunca se está a salvo.

Besos.

Ruth dijo...

y al anochecer...?

hermoso poema

te quiero mucho