AL AMANECER NADA ME TOCA
Al amanecer nada me toca
el humo sube desde la mano
junto al aroma
mano que descansa de la tinta
desnuda de piel
delante de la ventana
un sorbo tras otro
café y cigarrillo
se consumen
placer de ver cómo transcurre la vida
tras los muros de la ermita.
Siento que llueve
se hace más fuerte la tormenta
me nutre la humedad
que ella libera
que el viento trae
no me importa la suerte
de los ahogados
en el río que desborda
y mezcla las historias.
Al amanecer nada me toca
porque no hay puertas ni ventanas
ni velas encendidas
porque lo que precedió
ya las cerró y apagó.
Foto de Aeric Meredith-Goujon
2 comentarios:
Conozco esa sensación.
Estar a salvo.
Pero es engañosa.
Nunca se está a salvo.
Besos.
y al anochecer...?
hermoso poema
te quiero mucho
Publicar un comentario